La Hemoglobina Glicosilada

¿Por qué a los médicos en general y a los diabetólogos en particular, les interesa más la Hemoglobina Glicosilada (Hb A1c) que la Glucemia en los controles realizados a pacientes con Diabetes Mellitus (DM)?

Resulta que la Hemoglobina Glicosilada, conocida familiarmente como la «A1c», es una proteína que como cualquier otra, en contacto con glucosa, se va impregnando de esta, y al ser medida refleja la elevación de la glucosa, en un periodo retrospectivo de 3 a 4 meses (la hemoglobina se renueva aproximadamente cada 90 días, o un poco más), El valor obtenido se expresa como porcentaje (%).

Es  muy tenida en cuenta una metodología para el seguimiento y control de la diabetes en el mediano plazo. Logró Introducir el concepto de “promedio” o acumulación de glucosa en el organismo. La A1c, es hoy una determinación muy importante, y tiene una historia:

  • Identificada por primera vez en 1958.
  • Su incremento fue relacionado a la Diabetes por primera vez en 1969.
  • Las reacciones bioquímicas que llevan a su formación se describieron en 1975.
  • El uso de la A1c para el monitoreo del control del metabolismo de la glucosa en

pacientes diabéticos, se propuso en 1976.

  • Fueron los estudios: Diabetes Control and Complications Trial (DCCT), publicado en 1993 y El Estudio Prospectivo de Diabetes del Reino Unido (UKPDS) en 1998, los que mostraron la real importancia de su uso en el seguimiento y control de la DM tipo 1 y 2.
  • En 2012 se la comienza a utilizar como método diagnóstico de Diabetes y no solo de control

Su prestigio radica en que

– La A1c ha sido estandarizada internacionalmente

– Es el mejor indicador de exposición a altos niveles de glucemia, y también un buen índice del riesgo de padecer complicaciones a largo plazo.

– La toma de muestra no guarda relación con el ayuno, ni el estado de ánimo del individuo. Sus resultados no están inmediatamente influidos por los procesos agudos (fiebre por ejemplo), que habitualmente alteran las cifras de glucemia.

– La DM puede ser diagnosticada cuando los niveles de HbA1c sean iguales o mayores a 6,5 %. El diagnóstico debe ser confirmado con una segunda determinación de A1c, aunque no sería necesaria si el paciente presenta síntomas y una glucemia de 200 mg/dL o más.

– En pacientes con anemia se recomienda para el diagnóstico de DM el uso de los métodos tradicionales (glucemia en ayunas, al azar o Prueba de Tolerancia a la Glucosa).

– La utiliza el médico como guía para realizar modificaciones terapéuticas.

Cuadro 1. Correlación aproximada de A1C y niveles de glucosa

HbA1c% mg/dL
6 135
7 170
8 205
9 240
10 275
11 310
12 345

Teniendo en cuenta esto, podemos resumir que la HbA1c, es un examen de gran valor en el control glucémico de los últimos 3 a 4 meses en personas con DM, y aunque no es igual, sus niveles son equivalentes a los de glucemias realizadas en sangre, ofreciendo numerosas ventajas sobre estas últimas. Además, constituye una herramienta más a tener en cuenta dentro de las pruebas que se utilizan para realizar el diagnóstico de personas con DM y a identificar individuos con alto riesgo de padecer la enfermedad.

Fuente: American Diabetes Association. Standards of medical care in diabetes 2016. Diabetes Care. Suppl 1

Dr. Alejandro Ugarte

Médico Nutricionista

Profesor Asociado de Medicina y Titular de Dietoterapia del Adulto en larrera de Nutricion.  IUC (Instituto Universitario CEMIC)

Jefe de la Sección Nutrición y Diabetes del CEMIC

¿Qué nos dicen los colores de las hotalizas?

El color de las hortalizas y las frutas ofrece información sobre su composición nutricional y da pistas de los beneficios que aportan al organismo

Si te preguntaste ¿por qué los tomates son rojos y la espinaca es verde? O ¿qué relación con la salud pudieran tener los colores de las hortalizas? En la División Nutrición Humana de la Universidad de Wageningen (en Países Bajos) lo hicieron. Los colores de las hortalizas son como una etiqueta nutricional, informan sobre los beneficios que aportan.

El color se debe a sus fitoquímicos, que actúan como defensa natural, protegiéndolas de infecciones, y otorgándoles el color, el aroma o el sabor. Los fitoquímicos no se consideran sustancias esenciales para el ser humano, ya que no los necesita, pero a largo plazo son importantes. Ejercerían un efecto protector del sistema cardiovascular y ayudarían a reducir el riesgo de cáncer.

Algunos detalles, en cuanto a los distintos colores y qué beneficios aportan.

Verdes

Deben su color a la presencia de clorofila, aportan pocas calorías y tienen un valor su riqueza en vitaminas y minerales. Además de aportar fibra.

Rojas

Ricos en antocianinas y licopeno, compuestos antioxidantes. Además, contienen minerales como potasio y selenio y aportan vitaminas A, B9 y C.

Morado

En la cebolla morada, las berenjenas, la remolacha (también roja) y hasta repollo morado. Su color indica la presencia de antioxidantes, anticianina y compuestos fenólicos.

Naranjas

La zanahoria, la calabaza o zapallos son fuente de vitamina A y vitamina B.

Amarillos

Al igual que los vegetales anaranjados, su seña de identidad es la vitamina A, vitamina B, potasio y ácido fólico. Son antioxidantes. Son el pimiento amarillo, el maíz y alguna variedad de tomates.

Blancos

Como la cebolla, el ajo, los espárragos, el puerro, la coliflor, el repollo o los nabos, tienen un alto contenido de potasio y magnesio. Aportan una gran cantidad de fibra y alicina, un excelente antioxidante.  

Comer hortalizas de distinto color a diario es importante para etiquetar tu dieta como saludable.

Alimentos que podrían protegernos del cáncer

Se cree que, si se consumen con regularidad, algunos nutrientes contenidos en ellos podrían reducir el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer. Cuáles son.

El Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF) estima que alrededor del 34% de los cánceres se originan en los hábitos y el estilo de vida, incluyendo la dieta. Pero la buena noticia es que aparentemente hay varios alimentos que pueden ayudar a combatir la enfermedad.


1) Crucíferas (Brócoli, coliflor, repollo, etc)

Por su contenido con isotiocianatos y glucosinolatos pueden interferir con los radicales libres, vinculados entre otras cosas a distintos tipos de cáncer. Además son buena fuente de Vitamina K, potasio y magnesio.

2) Cereales y granos enteros (arroz integral, avena, legumbres, etc.)
Por su alto contenido en fibra y vitaminas del grupo B


3) Pescados grasos (o azules)
Por su contenido en ácidos grasos omega-3 como en el salmón, la caballa y el atún pueden ser anti-inflamatorios que reducirían el riesgo de sufrir cáncer.

4) Yogurt

Y las leches fermentadas con probióticos, bacterias que mejoran el funcionamiento del intestino grueso (colon) y pueden mejorar el sistema inmunológico.

5) Naranjas y zanahorias

Porque son fuentes, respectivamente, de vitamina C y antioxidantes betacarotenos. Los antioxidantes ayudan a neutralizar los radicales libres, moléculas que pueden generar cáncer. Conviene incorporarlos directamente de las frutas o verduras, ya que tomarlos en forma de suplementos no ha demostrado tener efectos protectores.


Otros que se quieren subir a la lista

– Té verde (es una hoja que no sufre oxidación durante su procesado)
– Ajo (y otras aliáceas: cebollas, echalotes, etc.)
– Tomates (en salsas o frescos contienen licopeno, que actuaría sobre radicales libres)

Dr. Alejandro Ugarte

Médico Nutricionista

Profesor Asociado de Medicina y Titular de Dietoterapia del Adulto en larrera de Nutricion.  IUC (Instituto Universitario CEMIC)

Jefe de la Sección Nutrición y Diabetes del CEMIC

doctorugarte.com